
El CBTis 117, plantel en el que laboro hace 15 años, se encuentra ubicado en ciudad Cuauhtémoc Chihuahua. El bachillerato con mayor población de la región noroeste del país y con un reconocido prestigio académico, atiende jóvenes, en su gran mayoría, provenientes de la zona urbana, de clase media y baja, cuyos fines son concluir una carrera profesional y en un porcentaje menor, la oferta de una carrera técnica, se convierte en la aspiración de algunos para obtener empleo en un medio cada vez mas difícil y competitivo.
Para todo ser humano, la vida familiar es fundamental, mucho mas para adolescentes que están enfrentándose a un mundo nuevo, complicado y con muchas aristas. Por un lado los altos índices de desempleo y las dificultades económicas que atraviesan sus padres, los invitan a superarse o les obligan a iniciar su vida laboral a los 16, podría estimarse que la mitad del alumnado realiza algún tipo de trabajo remunerado extra clase, lo que sin duda afecta en cierta medida su desempeño académico. En otro sentido, el despertar natural de esta etapa de desarrollo, les presenta una sociedad permisiva en la que las relaciones sociales y afectivas se ven siempre permeadas con la presencia del alcohol, el tabaco y las relaciones sexuales prematrimoniales, peligros latentes a cualquier edad y una bomba de tiempo al interior de un grupo que busca aceptación y que no cuenta aún con la madurez de valorar las consecuencias; aunado a esto, pero en menor grado, el consumo de drogas o por lo menos, el contacto con ellas a través de alguna persona cercana, eleva los riesgos de problemas, que ya se presentan con alarmante frecuencia, me refiero a actos delictivos menores, accidentes automovilísticos y en otro orden, enfrentarse a la paternidad a temprana edad. Por otro lado, la inseguridad ha creado una psicosis que se extiende no solo a la vida nocturna de los fines de semana, sino que se presenta en la cotidianidad del trayecto a la escuela; son muchos los alumnos, los que consideran una desventaja contar con un turno vespertino para los últimos semestres, sobre todo en los casos de chicas cuya última hora de clase termina a las 20:00 hrs y con un deficiente servicio de transporte, que deja de operar unos minutos después. Y por último, vivir en una sociedad que coloca al dinero como el máximo ideal de éxito, perturba, creo yo, las aspiraciones de los más jóvenes, que colocan en una balanza inexacta situaciones que decidirán su futuro: seguir estudiando resulta en muchos casos lo menos conveniente, migrar y perseguir el famoso “sueño americano” y, lo mas preocupante, contar entre sus posibilidades el sumarse a las acciones ilícitas o a las filas del narcotráfico.
Este es el entorno en el que se desenvuelven nuestros alumnos. Ellos son, lo que el medio ha venido creando en ellos, pero llegarán a ser, lo que en estos años de formación puedan ir sumando a su propio ser, en esto estriba la importancia de la labor docente. Debemos sentirnos optimistas, ya que en el CBTis 117 podemos presumir de un ambiente escolar sano, alumnos sencillos y moldeables, jóvenes al fin de cuentas, con todas las dificultades que ello implica, pero con una enorme potencialidad de cambio. Es importante que, como institución y como ciudadanía despertemos al hecho de que la educación no debe ser mas un cúmulo de información fría, o un aprendizaje autómata de tecnologías, estamos formando personas que son ya, la sociedad presente y que serán, durante los siguientes años, los que dictaran los rumbos que todos seguiremos. Ellos tienes a su alcance lo que nosotros no, navegan el mundo con un botón, son capaces de manejar toda la información que imaginemos, les ha tocado una vida sin tabúes, abierta, libre; tienen a su alcance una vida cómoda, oportunidades de desarrollo, vida social, entretenimientos y posibilidades de crecimiento personal, académico y social, que nosotros solo soñábamos. Nos corresponde, como padres y maestros, acompañarlos para guiarlos, acercarnos para apoyarlos, tenderles una mano de amigos, para que se sientan seguros y tomen las mejores decisiones; pero si nos mantenemos distantes, si somos críticos a sus elecciones y si no mostramos interés alguno, las consecuencias de hoy serán la realidad diaria de mañana.
Quizás no podemos cambiar el entorno, pero podemos ayudar a modificar en parte, a aquellos que lo formamos, iniciando con nosotros mismos y arrastrando con el ejemplo y el entusiasmo a muchachos que están ávidos de figuras de autoridad a quien seguir, asumamos el reto de influir positivamente, el pequeño mundo en el que Dios nos ha colocado.
Para todo ser humano, la vida familiar es fundamental, mucho mas para adolescentes que están enfrentándose a un mundo nuevo, complicado y con muchas aristas. Por un lado los altos índices de desempleo y las dificultades económicas que atraviesan sus padres, los invitan a superarse o les obligan a iniciar su vida laboral a los 16, podría estimarse que la mitad del alumnado realiza algún tipo de trabajo remunerado extra clase, lo que sin duda afecta en cierta medida su desempeño académico. En otro sentido, el despertar natural de esta etapa de desarrollo, les presenta una sociedad permisiva en la que las relaciones sociales y afectivas se ven siempre permeadas con la presencia del alcohol, el tabaco y las relaciones sexuales prematrimoniales, peligros latentes a cualquier edad y una bomba de tiempo al interior de un grupo que busca aceptación y que no cuenta aún con la madurez de valorar las consecuencias; aunado a esto, pero en menor grado, el consumo de drogas o por lo menos, el contacto con ellas a través de alguna persona cercana, eleva los riesgos de problemas, que ya se presentan con alarmante frecuencia, me refiero a actos delictivos menores, accidentes automovilísticos y en otro orden, enfrentarse a la paternidad a temprana edad. Por otro lado, la inseguridad ha creado una psicosis que se extiende no solo a la vida nocturna de los fines de semana, sino que se presenta en la cotidianidad del trayecto a la escuela; son muchos los alumnos, los que consideran una desventaja contar con un turno vespertino para los últimos semestres, sobre todo en los casos de chicas cuya última hora de clase termina a las 20:00 hrs y con un deficiente servicio de transporte, que deja de operar unos minutos después. Y por último, vivir en una sociedad que coloca al dinero como el máximo ideal de éxito, perturba, creo yo, las aspiraciones de los más jóvenes, que colocan en una balanza inexacta situaciones que decidirán su futuro: seguir estudiando resulta en muchos casos lo menos conveniente, migrar y perseguir el famoso “sueño americano” y, lo mas preocupante, contar entre sus posibilidades el sumarse a las acciones ilícitas o a las filas del narcotráfico.
Este es el entorno en el que se desenvuelven nuestros alumnos. Ellos son, lo que el medio ha venido creando en ellos, pero llegarán a ser, lo que en estos años de formación puedan ir sumando a su propio ser, en esto estriba la importancia de la labor docente. Debemos sentirnos optimistas, ya que en el CBTis 117 podemos presumir de un ambiente escolar sano, alumnos sencillos y moldeables, jóvenes al fin de cuentas, con todas las dificultades que ello implica, pero con una enorme potencialidad de cambio. Es importante que, como institución y como ciudadanía despertemos al hecho de que la educación no debe ser mas un cúmulo de información fría, o un aprendizaje autómata de tecnologías, estamos formando personas que son ya, la sociedad presente y que serán, durante los siguientes años, los que dictaran los rumbos que todos seguiremos. Ellos tienes a su alcance lo que nosotros no, navegan el mundo con un botón, son capaces de manejar toda la información que imaginemos, les ha tocado una vida sin tabúes, abierta, libre; tienen a su alcance una vida cómoda, oportunidades de desarrollo, vida social, entretenimientos y posibilidades de crecimiento personal, académico y social, que nosotros solo soñábamos. Nos corresponde, como padres y maestros, acompañarlos para guiarlos, acercarnos para apoyarlos, tenderles una mano de amigos, para que se sientan seguros y tomen las mejores decisiones; pero si nos mantenemos distantes, si somos críticos a sus elecciones y si no mostramos interés alguno, las consecuencias de hoy serán la realidad diaria de mañana.
Quizás no podemos cambiar el entorno, pero podemos ayudar a modificar en parte, a aquellos que lo formamos, iniciando con nosotros mismos y arrastrando con el ejemplo y el entusiasmo a muchachos que están ávidos de figuras de autoridad a quien seguir, asumamos el reto de influir positivamente, el pequeño mundo en el que Dios nos ha colocado.
Hola Hiram.
ResponderEliminarEn tu escrito no tengo el dato de la matrícula de tu plantel, pero veo que es uno de los mas grandes de la región, igual que en el plantel donde yo laboro, y como me comentas sería formidable conocer el entorno de otros planteles mas alejados de la ciudad donde si se encuentran problemas de servicios públicos y otras clases de necesidades mas apremiantes.
Saludos desde Mexicali.
Silvia.
Hola Hiram, su aportación complementa mi forma de ver las cosas, sobre todo con un lado más humanitario, algo que a usted lo caracteriza, sin embargo, he visto que muchoa alumnos no agradecen el esfuerzo y el empeño que ponemos en su educación y formación, sin embargo, eso no nos debe desanimar, verdad?. Necesito hablar con usted esta semana, ya lo buscaré. Saludos.
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